1 Co. 12:12-13, 23-27
Oremos para que los santos lleven la vida cristiana y la vida de iglesia conforme a los puntos prácticos en cuanto a la compenetración, de modo que se produzca la compenetración de todos los miembros individuales del Cuerpo de Cristo, de todas las iglesias dentro de ciertos distritos, de todos los colaboradores y de todos los ancianos, mediante la comunión y al hacer todas las cosas mediante la cruz y por el Espíritu, de modo que Cristo sea ministrado para el Cuerpo y con la meta de que en el recobro del Señor se produzca la realidad del Cuerpo de Cristo (1 Co. 12:12-13, 23-27).
1 Co. 12:12-13—Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también el Cristo. Porque en un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un solo Cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
1 Co. 12:23-27—Y a aquellos miembros del cuerpo que nos parecen menos honrosos, a éstos vestimos con mayor honra; y los que en nosotros son menos decorosos, reciben mayor decoro. Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios concertó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, para que no haya división en el cuerpo, sino que los miembros tengan la misma solicitud los unos por los otros. De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. Ahora bien, vosotros sois el Cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.
Perseverad en la oración.