DÍA 20: ORACIÓN PARA ATAR AL ENEMIGO
Mr. 3:27; 1 Jn. 3:8; Ap. 12:10-11; Lc. 18:7
Para que el enemigo, Satanás, sea atado, las obras del diablo sean destruidas, el acusador de los hermanos sea arrojado y para que a los santos se les haga justicia respecto de su adversario (Mr. 3:27; 1 Jn. 3:8; Ap. 12:10-11; Lc. 18:7).
Mr. 3:27—Pero nadie puede entrar en la casa del hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no ata al hombre fuerte, y entonces saqueará su casa.
1 Jn. 3:8—El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto se manifestó el Hijo de Dios, para destruir las obras del diablo.
Ap. 12:10-11—Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de Su Cristo; porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por causa de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y no amaron la vida de su alma, hasta la muerte.
Lc. 18:7—¿Y acaso Dios no hará justicia a Sus escogidos, que claman a Él día y noche aunque los haga esperar?
Perseverad en la oración.